Terapia individual sistémica

El foco de la terapia individual sistémica está en las interacciones del individuo con el contexto en el que se desenvuelve. Esto implica pasar de lo puramente intrapsíquico a lo interaccional, preguntándonos cuáles son los circuitos de interacción que mantienen el problema.

Se parte de una concepción de la relación terapéutica en la que terapeuta y cliente asumen co-responsabilidad por el cambio. Se trata de construir con el cliente una nueva visión de sí mismo más comprensiva y positiva, que subraye sus capacidades y sus movimientos hacia el cambio. Se revisa su “narrativa” de forma que el cliente comprenda cómo sus relaciones más significativas (familia, pareja, amigos) han influido en su posterior forma de percibir y actuar en el mundo, y a la vez, reconozca la influencia que él tiene ahora sobre esos patrones de relación que ya no son tan funcionales.  Así mismo que pueda analizar el contexto y la influencia de éste, en las situaciones que vive como complicadas, y pueda encontrar nuevas maneras de enfrentar estas situaciones que se han tornado difíciles.

¿Cuándo buscar terapia individual?

  1. Si sientes que tienes problemas con el control o falta de control de tu entorno, de tus relaciones, de tus emociones (dolor, tristeza, miedo, ira, culpa) o de tus comportamientos.
  2. Si tienes dificultad para tomar decisiones, para plantearte metas o desarrollar tu proyecto de vida.
  3. Si repites patrones, errores y hábitos que te generan problemas en tus relaciones sociales, laborales, familiares o de pareja.
  4. Si has sufrido alguna pérdida, muertes o separaciones, enfermedades terminales en la familia, abuso sexual, maltrato o heridas emocionales no superadas, etc.
  5. Si tienes baja autoestima y falta de aceptación de ti mismo.
  6. Si se presentan diversos síntomas como depresión, ansiedad, pensamientos obsesivos, problemas de alimentación, dependencia a sustancias como el alcohol o drogas, o a algunas actividades como el juego de azar, los videojuegos, la pornografía, etc.

Puedes buscar terapia individual

  1. Cuando se presentan estas situaciones y estas es una etapa de autonomía, en que vives solo o con amigos.
  2. Cuando vives en pareja o familia, pero resulta complicado que vayan todos, porque los demás no quieren o no pueden asistir a terapia.